La policía egipcia anunció el lunes que sospecha que un kamikaze llevó a cabo el atentado que mató a tres turistas surcoreanos y a su conductor egipcio el domingo.

Dicho ataque, que tuvo lugar en Taba, en el Sinaí, junto a la frontera con Israel, fue el primero que tomó como blanco a turistas desde que comenzó la ola de violencia, luego de que el ejército destituyó en julio al presidente islamista Mohamed Mursi.

Después de examinar las imágenes de las cámaras de vigilancia, los investigadores creen que un kamikaze subió al autobús que había transportado a los turistas desde El Cairo hasta el puesto en la frontera con Israel e hizo estallar su carga cerca de la puerta.

“Los primeros elementos muestran a varios turistas bajando para tomar su equipaje. Un hombre se acercó al autobús. Hubo una explosión cuando se encontraba en el tercer escalón”, explicó a la AFP Hany Abdel Latif, portavoz del ministerio del Interior.

Todos los turistas pertenecían al grupo de una iglesia del condado de Jincheon (centro de Corea del Sur), y realizaban un viaje de 12 días que ya los había llevado a Turquía y Egipto. Su destino siguiente era Israel.

Los atentados se han vuelto frecuentes en Egipto desde que el ejército destituyó y arrestó a Mursi, el 3 de julio, pero hasta ahora sólo habían tomado como blanco a las fuerzas del orden.

Muchos de esos ataques fueron reivindicados por Ansar Beit al Maqdes, un grupo yihadista basado en el Sinaí, que afirma estar inspirado en Al Qaida y dice actuar en represalia a la sangrienta represión del nuevo poder político, dirigido en los hechos por el ejército, contra los partidarios de Mursi.