El dicho indica que “para ser bella hay que ver estrellas”, no sólo porque duelan algunos tratamientos de belleza, sino que muchas veces duele el bolsillo. Los productos de buena calidad suelen ser costosos, aunque el mercado nos ofrece algunas alternativas más accesibles para todos.

Fue justamente una gran oferta que aprovechó una joven de 24 años en Santiago: 10 esmaltes por mil pesos -es decir, 100 pesos cada uno-, en un local de Estación Central. Luego de aplicarlo, todo estaba normal, hasta que tuvo que encender un fósforo, momento en que las uñas de sus manos se encendieron en llamas. El esmalte era inflamable.

El dermatólogo de la Sociedad Chilena de Dermatología, Rodrigo Loubies, conversó acerca de este tema en Expreso Bío Bío, recalcando que claramente aquí el dicho de que lo barato puede costar caro se aplica en su totalidad. Por ahorrar un poco de dinero optamos por productos que no son del todo buenos -como estos esmaltes infaltables-, que terminan provocándonos daños a nuestra salud.

Loubies señaló que es muy importante que se compren cosméticos sólo cuando han sido aprobados por el ISP, cuyas iniciales aparecen en el envase del producto, ya que de esa forma no se está expuesto a componentes peligrosos.

Por otro lado, enfatizó en que es muy importante realizar un test de sensibilidad con los productos que se compren, tal como indican las cajas de tinturas de cabello, ya que de ello dependerá saber si se es alérgico al cosmético o a alguno de sus componentes.

Si tienes dudas sobre algún elemento presente en tu cosmetiquero, escucha a continuación la entrevista completa, realizada por María José Soto en el programa Expreso Bío Bío: