El barco de Greenpeace “Arctic Sunrise”, capturado en septiembre en el Ártico ruso tras una acción de protesta contra una plataforma petrolera, sigue retenido en Rusia pese a una decisión de la justicia internacional, señaló la ONG este jueves.

“El ‘Arctic Sunrise’ sigue estando en el puerto de Murmansk. Nuestros abogados se esfuerzan por obtener el levantamiento del secuestro”, declaró a la AFP Tatiana Vasilieva, portavoz de Greenpeace Rusia.

Las autoridades rusas “no han impuesto ninguna condición. No tenemos por el momento ni idea de los plazos en los que podría terminarse el secuestro”, agregó más de dos semanas después de la liberación del último de sus 30 tripulantes.

La tripulación internacional del “Arctic Sunrise”, que incluía dos argentinos y una brasileña, fue inicialmente acusada de piratería -crimen que acarrea una pena de hasta 15 años de prisión- encarcelada durante dos meses, luego acusada de vandalismo y finalmente amnistiada.

La odisea del barco de Greenpeace, que lleva bandera holandesa, provocó una gran polémica y numerosas reacciones en todo el mundo.

El Tribunal Internacional del Derecho del Mar, con sede en la ciudad alemana de Hamburgo, ordenó a finales de noviembre a Rusia que liberara el barco a cambio de una fianza fijada en 3,6 millones de euros (4,9 millones de dólares).

El 2 de diciembre, Holanda presentó un aval bancario que constituía la fianza, según un facsímil del documento disponible en la página web del tribunal.

Rusia, alegando una cláusula que excluye los casos relativos a sus derechos “soberanos” se negó sin embargo a participar en los trabajos del tribunal, y no reconoció el veredicto. El Tribunal desestimó este argumento.