La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, afirmó por primera vez el lunes que hay pruebas que apuntan a la responsabilidad del presidente sirio Bashar al Asad en crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en el país.

“La Comisión de investigación (del Consejo de Derechos Humanos sobre Siria) produce una enorme cantidad de pruebas [...] sobre crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad [...] Las pruebas indican una responsabilidad al más alto nivel del Gobierno, incluido el Jefe de Estado” declaró el lunes Pillay en una rueda de prensa.

Una resolución del Consejo de Derechos Humanos estableció el 22 de agosto de 2011 esta Comisión de Investigación, cuya misión es investigar todas las violaciones de los derechos humanos cometidas desde marzo de 2011 e identificar a los culpables para garantizar que sean juzgados.

En su último informe, del 11 de septiembre, la Comisión acusó al régimen de Al Asad de crímenes contra la humanidad y de crímenes de guerra, y a los rebeldes sirios de crímenes de guerra.

Los miembros de la comisión, entre los que se encuentra la exfiscal internacional Carla del Ponte, han acusado de crímenes en varias ocasiones a los altos responsables del régimen, aunque nunca los han nombrado, así como tampoco han mencionado nunca directamente al jefe del Estado.

La comisión, a la que nunca se le ha autorizado visitar Siria, apoya su trabajo en más de 2.000 entrevistas realizadas desde su creación con personas implicadas en Siria y en los países vecinos. También ha realizado una lista confidencial, actualizada varias veces, de las personas sospechosas de haber cometido crímenes en Siria.

Esta lista fue transmitida a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, aunque no la ha consultado.

Pillay explicó este lunes que esperaba que se desarrolle una investigación judicial “nacional o internacional creíble” que permita juzgar a los responsables de los crímenes.