La investigación indicó que las “Blue Stragglers” (astros que aparentan una edad menor que la que tienen), se habrían formado por el traspaso de materia entre dos estrellas binarias y no por un choque estelar.

El estudio fue encabezado por el estudiante del Doctorado en Ciencia con mención Astronomía de la Universidad de Chile, Felipe Santana y su profesor, el astrónomo de la misma Casa de Estudios e investigador del Centro de Astrofísica CATA, Ricardo Muñoz.

En dicha investigación, Santana y Muñoz encontraron “Blue Stragglers” en distintos cúmulos y galaxias donde sus componentes estaban tan separados unos de otros que era prácticamente imposible que hubieran ocurrido por colisiones estelares. “Esto se tradujo en que el verdadero proceso de formación no serían choques violento de astros, sino que una lenta fusión o traspaso de material de estrellas que nacen juntas, llamadas binarias”, explicó Santana.

Durante 2 años y medio de estudio, se analizaron los datos provenientes del telecospio Canada-France-Hawaii, ubicado en la isla grande de dicho archipiélago. “Las imágenes capturadas corresponden a distintas galaxias y grupos estelares en las afueras de la Vía Láctea. En cada uno de los objetos analizados nosotros buscamos estrellas azules que pudiesen ser blue stragglers, y después estudiamos sus propiedades”, dijo Santana.

Las blue stragglers son estrellas inusualmente calientes, que muestran temperaturas más altas que aquellas de similares características, propiedad que hace que se vean azules. Además, estos cuerpos celestes tienen la particularidad que se demoran más en evolucionar que sus pares, por lo que se cree que son astros que en algún momento recibieron un aporte externo de material, según consigna el Centro de Astrofísica y Tecnologías a Fines.

La teoría tradicional explicaba que las blue stragglers obtenían esta “inyección” de nuevo combustible a partir de un choque de estrellas. Es por lo anterior que antes se pensaba que las blue stragglers existían sólo en lugares donde efectivamente existe la posibilidad de que ocurra una colisión estelar.

A este proceso de inyección se le denominó “canibalismo estelar”, que es cuando una estrella remueve material de otra, aumentando su masa, quedando la otra estrella con una disminución de su masa, llevándola incluso a desaparecer.

Cabe señalar que la investigación aparecerá en la versión papel de la revista científica “The Astrophysical Journal” el próximo martes 10 de septiembre.