Los educadores de centros escolares públicos de Panamá dieron por finalizada este sábado la huelga indefinida que mantenían en todo el país para rechazar la privatización de la educación y solicitar mejoras en el sector, según sus organizadores.

“Ya la huelga terminó. El lunes reiniciamos las clases”, dijo a la AFP Nelva Reyes, secretaria general de la Asociación de Educadores Democráticos de Panamá, uno de los siete grupos que convocaron al paro.

La huelga se levanta después de varios días de negociaciones entre los gremios magisteriales y el ministerio de Educación con la mediación del defensor del Pueblo encargado, Javier Mitil.

Los maestros de primaria y secundaria habían iniciado los paros y protestas el pasado 30 de julio contra un decreto gubernamental que, según los gremios, buscaba un nuevo modelo de gestión que, de forma indirecta, impulsaba la privatización.

El gobierno cedió y derogó el decreto, pero debido a que no lo había hecho por escrito, los sindicatos llamaron a la huelga indefinida el pasado 19 de agosto.

El documento de fin de huelga fue firmado por las autoridades este sábado, por lo que los educadores levantaron el paro.

“Es un triunfo porque paramos la privatización del sistema educativo”, dijo Reyes.

Además de la derogación del polémico decreto, los profesores se comprometieron a recuperar las clases perdidas, mientras que las autoridades no levantarán expedientes disciplinarios a los profesores que secundaron los paros.

Además, una comisión especial negociará en las próximas semanas otros puntos en discordia, como un programa para aspirar a las diferentes vacantes y el mal estado de muchos centros.

“Era una amenaza contra la educación pública y la inestabilidad laboral”, dijo a la AFP Yadira Pino, secretaria general de la Asociación de Educadores Veragüenses.

“La huelga fue por la imposición. Si hubiera habido diálogo y se hubieran respetado los derechos constitucionales no hubiéramos tenido que llegar a esto”, añadió Pino.

Durante esta crisis, que ha afectado a unos 20.000 estudiantes, la ministra de Educación, Lucy Molinar, reiteró en varias ocasiones que no había “ningún proyecto de privatización de nada” y acusó a los sindicatos de maestros de “secuestrar” al país con sus acciones y de tener una “agenda política” oculta.