La mañana de este lunes, el jefe de los servicios de inteligencia estadounidense, James Clapper, puso en funcionamiento a un grupo de expertos que tendrá que evaluar el equilibro entre la seguridad nacional y la vida privada.

La creación de este grupo de expertos había sido evocada por el presidente Barack Obama el viernes, tras anunciar que habrá reformas a los programas de vigilancia establecidos en nombre de la transparencia, informó la Dirección Nacional de Inteligencia (ODNI).

Estas medidas son tomadas tras las revelaciones sobre el amplio programa de vigilancia que incluía las comunicaciones telefónicas y la actividad en internet en Estados Unidos y el mundo, hechas por el prófugo ex analista de inteligencia, Edward Snowden, que obtuvo asilo en Rusia.

A partir desde este lunes, el grupo que se instaló debe “evaluar si a la luz de los avances de las tecnologías de la comunicación, Estados Unidos emplea sus capacidades de captura de datos de una manera que protege a nuestra seguridad nacional y nuestra política extranjera, siempre teniendo en cuenta de manera apropiada otras consideraciones políticas”, señaló la ODNI en un comunicado.

Entre esas “consideraciones políticas”, figura el “riesgo de divulgaciones no autorizadas” de informaciones clasificadas y la “necesidad de mantener la confianza del público”.