Las banderas ondearán a media asta el lunes en Nueva Jersey para homenajear al actor James Gandolfini, alias “Tony” la estrella de la serie “Los Soprano”, oriundo de ese estado del este de Estados Unidos y fallecido el miércoles en Roma.

En un decreto publicado el viernes, el gobernador Chris Christie dispuso que todos los edificios públicos tengan sus banderas a media asta “para rendir homenaje a los logros y a la obra de James Gandolfini”.

“James Gandolfini era un ícono”, dijo el gobernador republicano, saludando “el impacto trascendental en el cine y la televisión” que dejó el actor.

Tanto sobre las tablas como en la pantalla y en las comedias como en los dramas, Gandolfini estaba acostumbrado a los roles de “duro”, entre los que destacó el del personaje principal de la serie televisiva “Los Soprano”, que se desarrollaba en Nueva Jersey, un estado vecino de Nueva York.

Su interpretación de Tony Soprano, un agresivo capo mafioso que descargaba sus crisis nerviosas con un psiquiatra, le valió tres premios Emmy y un Globo de Oro.

Para Dave Itzkoff, de The New York Times, Gandolfini, así como su personaje brutal pero sin embargo simpático, era “la encarnación de la resiliencia del estado de Nueva Jersey” frente a los problemas económicos y sociales de la década de 2000.

De padres de origen italiano, James Gandolfini estaba en su habitación en un hotel en el centro de Roma cuando murió.

Se encontraba en Italia para recibir el premio Ville de Taormina, en Sicilia, y realizar una clase magistral con el cineasta italiano Gabriele Muccino (“The Pursuit of Happyness”, o “En busca de la felicidad”), consagrado como uno de los grandes actores del cine y la televisión.