Entre este lunes 11 y el viernes 15 de marzo se conmemora la Semana del Glaucoma, patología que afecta a alrededor del 2% de la población y que suele pasar inadvertida durante años, culminando en muchas ocasiones en la pérdida total de la visión en uno o ambos ojos, sobre todo en las personas que superan los 40 años.

“En Chile y el mundo, el glaucoma de ángulo abierto o glaucoma crónico es el de mayor frecuencia, lejos, y es el que desgraciadamente no da ningún síntoma hasta que el paciente está quedando ciego”, expresó el jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico Universidad de Chile, Víctor Mellado.

Es la detección temprana la que marca la diferencia, por lo que es fundamental que las personas no se olviden de monitorear su salud ocular e informarse sobre cómo podemos preservar una buena visión.

El glaucoma se desencadena cuando un fluido intraocular no puede drenar, provocando que se tape. Esta acumulación aumenta, a su vez, la presión al interior del órgano, a raíz de lo cual el nervio óptico, estructura muy sensible y conformada por millones de fibras nerviosas, se verá dañado ante la alta presión por un tiempo prolongado, y cuyo resultado es la pérdida de la visión.

La principal forma de prevenir esta enfermedad es realizarse exámenes oftalmológicos una vez al año como mínimo, más aún si se tienen factores de riesgo, para quienes sobrepasan los 40 años. Para ello, los siguientes exámenes pueden identificar posibles alteraciones en los órganos visuales: Curva de Presión Ocular, Campo Visual computarizado, Campo visual de Goldman y Tomografía de Coherencia óptica de nervio óptico (OCT).