Más de 1.300 policías y unos 200 militares con apoyo de carros blindados, ocuparon el domingo de madrugada en 25 minutos y sin disparar un tiro las favelas de Cajú, en poder del narcotráfico y ubicadas en los principales accesos a Río de Janeiro, cerca del aeropuerto internacional, el puerto y las vías del tren.

A las 04H55 local (04:55 hora chilena), protegidos desde el aire por un helicóptero, miembros del temido batallón de operaciones de la policía militar (Bope) se abrieron paso en estas favelas, que bordean dos grandes autopistas que llevan a la zona más turística de Río y que unen la ciudad con Sao Paulo.

“Las comunidades fueron recuperadas (…) sin encontrar resistencia, lo que permitió el dominio de los territorios en 25 minutos”, indicó el gobierno estatal de Río en un comunicado.

La ocupación de Cajú, donde viven unas 20.000 personas, es parte de la estrategia iniciada en 2008 por las autoridades para mejorar la seguridad en Rio, una de las sedes del Mundial de fútbol 2014 y que acogerá los Juegos Olímpicos en 2016.

Las banderas de Brasil y del estado de Río serán izadas esta mañana en las comunidades ocupadas, anunció el gobierno.

Desde el 14 de febrero, la policía ha realizado trabajos de inteligencia en la zona que le permitió arrestar previo a la ocupación a 284 personas, e incautar varias armas, precisó Caldas.

“Espero que tengamos más seguridad” tras la entrada de la policía a esta zona que durante décadas fue feudo de narcos, dijo a la AFP una habitante de Cajú de 77 años que como muchos otros no quiso identificarse por temor a represalias, y que dialogó luego con policías.