El primer banco de España por activos, CaixaBank, anunció un plan que prevé la supresión de “unos 3.000 empleos”, a raíz de la crisis en el sector que se halla en plena reestructuración.

El beneficio del banco ha caído 78,2% en 2012, a 230 millones de euros, hundido por un importante esfuerzo de saneamiento por su exposición al maltrecho sector inmobiliario.

Con el objetivo de adaptarse al entorno actual, “tras la reciente integración del grupo de cajas de ahorros formado por Banca Cívica y la próxima incorporación de Banco de Valencia–, CaixaBank considera necesario llevar a cabo un plan de reestructuración”, dice un comunicado de la entidad.

“La aplicación de estas medidas de reestructuración afectará a unos 3.000 empleados”, asegura el banco. Según un portavoz, se trata de “reducir unos 3.000 empleos”.

Como prevé la legislación española, la dirección del banco ha iniciado un “un periodo de diálogo y negociación con los sindicatos, que se podría prolongar hasta finales de abril”, agrega Caixabank.

El sector bancario español se ha visto sacudido por el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, dejando en la cartera miles de millones de activos de dudosa recuperación.

Por ello, las autoridades españolas han impuesto a los bancos que limpien de una vez por todas sus balances de estos créditos dudosos, haciendo que tuvieran que consagrar más de 80.000 millones de euros en nuevas provisiones para 2012.

Tras el “importante esfuerzo” realizado en 2012, CaixaBank asegura que ha cubierto el 87% de las necesidades. La entidad subraya asimismo que tiene un “nivel elevado de solvencia”, con un ratio de fondos propios duros del 11%.