Por lo menos 16 personas murieron en una serie de atentados contra musulmanes chiitas en Irak el jueves, en el marco de semanas de manifestaciones contra el gobierno y de una crisis política que afecta a todo el país.

Estos ataques marcaron el tercer día consecutivo de una ola de violencia que causó la muerte de 75 personas en total.

El ataque más mortífero tuvo lugar en Dujail, a 60 km al norte de Bagdad, dos coches bomba explotaron casi simultáneamente, matando a siete personas, otras cinco perdieron la vida en un atentado en Hilla, a 100 km al sur de Bagdad.

A unos 10 km de la ciudad santa chiita de Kerbala, al sur de Bagdad, una bomba magnética fijada a un autobús hirió a 17 personas, incluyendo a ocho peregrinos chiitas llegados de Asia, probablemente de Paquistán, según un oficial de policía y una fuente de los servicios médicos.

La AFP intentó obtener informaciones de la embajada de Pakistán en Bagdad, pero por el momento no ha sido posible entrar en contacto.

A nivel político, el país sufre una grave crisis. El primer ministro chiita Nuri al Maliki enfrenta a sus adversarios sunitas, que organizan manifestaciones desde hace tres semanas.