Dos exguardias de la prisión militar en el este de Estados Unidos donde estaba detenido Bradley Manning, acusado de ser el “infiltrado” del sitio WikiLeaks, contaron que el soldado se había derrumbado llorando tras una manifestación en su apoyo en las afueras del recinto.

Joshua Tankersly y Jonathan Cline, entrevistados por teléfono desde la base militar de Fort Meade (Maryland, al norte de la capital), donde Manning compareció en el quinto día de una audiencia preliminar por el “caso WikiLeaks”, fueron los responsables de escoltarlo el 18 de enero de 2011 hasta el gimnasio de la prisión en Quantico, Virginia, donde se hallaba detenido.

La víspera, decenas de manifestantes habían bloqueado durante varias horas una de las puertas de acceso a la base, que alberga la prisión, para protestar contra las severas condiciones de reclusión de Manning, que el relator de la ONU sobre la tortura juzgó de “inhumanas y degradantes” .

Los guardias relataron lo que sucedió cuando tuvieron que llevar a Manning allí aquel día.

“Le pedimos al preso Manning abrir las piernas” mientras le ponían las esposas y luego “darse la vuelta, mientras le poníamos el cinturón, y arrodillarse, mientras asegurábamos sus piernas”, dijo Cline a la corte, subrayando que el soldado tuvo que ser “corregido” porque “estaba moviendo sus manos mientras le poníamos sus seguros”.

“Cuando le colocamos las esposas, no respondió de la manera correcta”, dijo Tankersly, acotando que tuvo que pedirle dos veces a Manning que “dejara de moverse”.

El militar sostuvo que el otro guardia tuvo que sostener al prisionero para “evitar que se caiga”, ya que estaba “completamente atado de manos y piernas”.

“Cayó sobre su trasero, intentamos agarrarlo, él fue a esconderse detrás de una máquina de ejercicios y se puso a llorar”, relató.

“Pasó muy rápido”, dijo el exguardia, agregando que no entendió por qué había sido posteriormente suspendido por haber “intimidado” a Manning.

Cline admitió que el personal de la prisión estaba “molesto” como resultado de las protestas frente a la puerta principal de la base.

En una comparecencia un par de días antes, el abogado de Manning, David Coombs, se había referido ya al aislamiento total del prisionero durante su detención de nueve meses en Quantico, la intimidación, la desnudez forzada, la prohibición de hacer ejercicio o de ver “el sol más de veinte minutos por día”.

El joven de 24 años es acusado de filtrar entre noviembre de 2009 y mayo de 2010 documentos clasificados militares estadounidenses que fueron difundidos por el sitio WikiLeaks, desatando una tormenta diplomática internacional. Su proceso debería comenzar el 4 de febrero de 2013.

De ser hallado culpable podría recibir pena de prisión perpetua.