Jimmy Savile, un monumento del patrimonio televisivo británico adulado por generaciones de jóvenes entre los años 60 y 90, cayó en desgracia un año después de su muerte, al ser acusado de abusos sexuales a menores que salpican a la BBC, sospechosa de haber hecho la vista gorda.

El escándalo estalló tras la difusión a principios de octubre en la cadena ITV de un documental en el que cinco mujeres afirman haber sido agredidas sexualmente por Jimmy Savile cuando eran menores de edad.

Los hechos ocurrieron supuestamente en la BBC, en el Rolls Royce de la estrella y en una escuela, entre otros, según los testimonios que parecen haber animado a otras personas a hablar.

Scotland Yard, que calificó a Jimmy Savile de “depredador sexual delincuente”, anunció el martes que registró ocho denuncias, dos de ellas por violación, que abarcan cuatro décadas a partir de 1959. La policía estima que puede haber entre “20 y 25″ víctimas, y precisa que éstas eran “principalmente jóvenes adolescentes, o sea entre 13 y 16 años de edad”.

Los últimos testimonios recogidos por la prensa señalan que Jimmy Savile también habría agredido sexualmente a jóvenes pacientes en hospitales para los que recaudaba fondos.

Estas revelaciones, un año después de su muerte a los 84 años de edad, conmocionaron al Reino Unido, donde el presentador, reconocible por su media melena rubia platino, su extravagante forma de vestir y su inseparable puro, alcanzó el estatuto de estrella.

Su extraordinaria popularidad se debió a dos programas de televisión: “Jim’ll Fix It”, donde permitió que cientos de niños cumplieran sus sueños (comer galletas con forma de elefante, ver un reno de verdad…) y “Top Of The Pops”, un programa musical juvenil con actuaciones en directo.

Jimmy Savile también era muy respetado por sus labores benéficas, que permitieron recaudar unos 50 millones de euros y le valieron ser ennoblecido por la reina Isabel II y condecorado por el papa Juan Pablo II.

Pero en sólo unos días, el “tesoro nacional” cayó de su pedestal.

Atónitas ante las acusaciones, varias ciudades descolgaron las placas con su nombre. Su imponente lápida con el ahora considerado provocador epitafio “Estuvo bien mientras duró” fue retirada y destruida a petición de su familia.

En una muestra de la profunda conmoción que causó en el Reino Unido, el primer ministro británico David Cameron calificó las acusaciones contra Savile de “totalmente escandalosas”. También exigió explicaciones a la BBC, acusada por varios empleados en este caso.

Los presuntos abusos de Jimmy Savile eran “un secreto a voces”, afirmó la semana pasada Liz Kershaw, exlocutora de Radio 1, donde el presentador tenía también un programa. Se le “consideraba una especie de Dios”, recuerda Esther Rantzen, periodista en la BBC.

Los presuntos abusos de la ex estrella se remontan a una época, los años 60 y 70 sobre todo, en el que “las conductas ruines eran endémicas en el mundo del rock y del pop”, señaló el Daily Telegraph.

“Eso no puede excusar en absoluto” a Jimmy Savile, insistió la BBC, sumamente avergonzada por estas “acusaciones horribles”.

Para tratar de calmar los ánimos, el ente público presentó una inhabitual disculpa a las presuntas víctimas y prometió una investigación interna en cuanto la policía termine sus propias pesquisas.

La policía ya había recibido denuncias en el pasado contra Jimmy Savile, pero ninguna llegó hasta los tribunales por falta de pruebas suficientes.