España logró emitir este martes deuda con tasas en fuerte baja, pero las sombrías perspectivas económicas la dejan en una posición de debilidad en la zona euro, al tiempo que multiplica los encuentros diplomáticos con vistas a una probable solicitud de rescate financiero.

El primero de esos encuentros será este martes, con la visita a Madrid del presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, al que seguirá el jueves el mandatario francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, el 6 de septiembre.

Aunque los mercados parecen impacientarse, el país logra financiarse fácilmente a corto plazo: el martes emitió 3.607 millones de euros a 3 y 6 meses pagando intereses en fuerte baja.

Respecto a la última emisión similar, del 24 de julio, las tasas cayeron para las letras del Tesoro a 3 meses a 0,946%, frente a 2,434%, y las de 6 meses a 2,026% frente a 3,691%).

El Tesoro español se benefició de las recientes declaraciones de Jorg Asmussen, miembro del directorio del Banco Central Europeo (BCE), quien recordó el lunes que, en el marco de su nuevo programa, la institución de Frankfort se concentrará en la compra de deuda a corto plazo.

Lo que también se hizo sentir en Italia, otro país de la Eurozona castigado los últimos meses, que logró emitir 3.750 millones de euros con tipos de interés en fuerte baja para los vencimientos de 2014 y 2019.

Se espera que en la próxima reunión del 6 de septiembre se den a conocer los detalles del nuevo programa del BCE.

Para entonces, tras la pausa estival, España reanudará sus emisiones de deuda a largo plazo, lo que será sin duda, una auténtica prueba de la confianza de los inversores en la cuarta economía de la zona euro.

Dado el sombrío panorama económico del país, lo más seguro es que no susciten mucho entusiasmo. Las cifras definitivas publicadas el martes confirmaron que España se hundió un poco más en la recesión en el segundo trimestre, con una caída del 0,4% del PIB respecto al primero, cuando ya había bajado 0,3%.

España, desprovista desde 2008 de su gran motor, la construcción, justo en el momento en que estallaba la crisis internacional, oscila desde entonces entre la recesión y el crecimiento débil, mientras el paro sigue subiendo regularmente, alcanzando ya el porcentaje récord de 24,63%.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) revisó el lunes a la baja el crecimiento alcanzado en 2011, que finalmente fue del 0,4% frente al 0,7% anunciado en un primer momento.

Según estos datos revisados, España cayó de nuevo en recesión el último trimestre de 2011 y no en el primero del 2012 como se había dicho hasta ahora, tras salir de la anterior a principios de 2010.

Las perspectivas no han mejorado en absoluto: el gobierno calcula un retroceso del PIB de 1,5% en 2012 y del 0,5% en 2013.

En el punto de vista del mercado, lo peor puede ocurrir en octubre, cuando el país tenga que hacer frente al vencimiento de más de 30.000 millones de euros de deuda, en particular, si el mercado le exige tasas demasiado elevadas.