La televisión posee un efecto adictivo y cautivador para los niños, en el que los sonidos, colores y movimientos son los responsables de entretener a los menores, convirtiéndose en una especie de aliado que permite que los padres realicen otras actividades.

Cuando los niños ven programas y comerciales se quedan quietos, y centran todos sus sentidos en la televisión. Según el sitio especializado Consultorio Pediátrico, las principales consecuencias de este consumo son: menor creatividad, aumento de la pasividad, perjudica la comunicación familiar, afecta el rendimiento académico y los hábitos alimenticios, además de ser adictiva.

Los pequeños, al encontrarse en pleno desarrollo, son influenciados por contenidos que en su mayoría no están orientados a ellos.

El estudio del Consejo Nacional de Televisión sobre Consumo Televisivo e Imagen de los Jóvenes en TV 2012, aplicado a niños menores de 14 años, reveló que los programas más vistos son las teleseries, reality shows y programas juveniles, mientras que los dibujos animados más vistos son Los Simpson.

Es por esto que los padres deben estar consientes de que existen contenidos que no son apropiados para los pequeños, por lo que el ver televisión debe ser bajo la supervisión de un adulto.

A continuación te invitamos a conocer 6 consejos recopilados por el sitio sobre educación, Actiweb, sobre cómo enseñar a ver televisión:

1. Niñera: si bien los contenidos de la TV entretienen y distraen a los niños es esencial que los padres no se desliguen de sus hijos mientras ven un programa, no sólo para supervisar los contenidos sino que para prevenir un eventual accidente.

2. Realidad y ficción: es importante que los menores conozcan y logren diferenciar qué hechos son falsos, y las consecuencias que podrían implicar un determinado acto.

3. Tiempo: los niños no deben tener libertad absoluta para elegir lo que ven, por lo que es imprescindible que los adultos responsables de su cuidado controlen el tiempo en que ven televisión.

4. Centro del hogar: las familias no deben reunirse en torno a la TV, sino que deben fomentar instancias que sean propicias para compartir y comunicarse.

5. Hablar: es posible contribuir en el aprendizaje y al pensamiento analítico, fomentando conversaciones en torno a los programas.

6. Premio: la televisión no debe utilizarse nunca como premio o castigo, ya que al hacerlo se transmite una idea errónea sobre la importancia que tiene la televisión en la vida.