El velocista Kim Collins, de Saint Kitts and Nevis, tercero en el Mundial de Daegu-2011 y campeón en París-2003, no se presentó el sábado en la salida de la séptima serie de 100 metros, con lo que perdió la ocasión de hacer historia.

No obstante, su ausencia le acarreó además que el Comité Olímpico de su país decidiera expulsarlo de la cita olímpica, según se indicó en un comunicado de prensa.

De acuerdo al texto, la decisión se tomó “por sus repetidas ausencias en los entrenamientos y su negativa a responder a las llamadas telefónicas y correos electrónicos del jefe de equipo y los entrenadores”.

“Además, Collins no se ha presentado en la Villa Olímpica para inscribirse en sus pruebas, como es preceptivo”, se agrega.

Campeón del mundo de forma inesperada en 2003, Collins, el atleta de 36 años iba a convertirse en el primer especialista de 100 metros en disputar cinco ediciones de los Juegos Olímpicos.

Collins explicó a sus aficionados en su cuenta Twitter, dos horas antes de la carrera, que no correría. “A mis aficionados, no mentiré. No voy a correr ahora”, dijo.

“Incluso los prisioneros tienen el derecho de recibir la visita de su mujer”, precisó, dejando entender que un asunto personal era el origen de su ausencia.

Esto último, debido a las exigencias de los dirigentes para que abandonara el hotel donde estaba alojado con su mujer, para trasladarse a la Villa Olímpica junto al resto de la delegación, lo que no fue aceptado por Collins, quien decidió no presentarse en protesta por la medida.

A raíz de este inconveniente, el atleta incluso no descarta dejar de competir por Saint Kitts and Nevis. “A quienes me vieron competir en México (fue subcampeón de 100 metros en los Panamericanos 2011), quiero decirles que aquella fue la última vez que representé a mi país”, señaló a la BBC.