El presidente de Ecuador, Rafael Correa, insistió el viernes en que en su país no hay pena de muerte y que tomará una decisión soberana respecto al pedido de asilo político del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien teme ser entregado a Estados Unidos para ser ajusticiado.

“Estamos en contra de la pena de muerte”, dijo el mandatario durante la grabación de su tradicional informe semanal de labores que será divulgado el sábado, en el cual se refirió a la reunión que mantuviera el miércoles en Quito con la madre del australiano, Christine Assange.

“Ecuador quiere mucho a Suecia, al Reino Unido, pero tomaremos una decisión soberana” sobre la solicitud del creador de WikiLeaks, dijo.

Assange, de 41 años, está refugiado desde el 19 de junio pasado en la embajada ecuatoriana en Londres para evitar ser extraditado a Suecia, donde se le acusa de abuso sexual y violación.

Según afirma, Suecia puede ser una etapa previa para su entrega a Estados Unidos, donde se le investiga por presunto espionaje tras la difusión en su portal de cables confidenciales del Departamento de Estado y documentos sobre las guerras en Irak y Afganistán, por lo que teme ser condenado a muerte.

Respecto al encuentro con Christine en la casa de gobierno, Correa manifestó que mantuvo una “reunión con una madre que quiere mucho al país”. “Hay cosas que nos sorprenden de Europa, (Assange) por ser extranjero, para ser interrogado, tiene que ser detenido. Eso es inadmisible”, añadió.

El viernes en Quito el juez español Baltasar Garzón, que defiende al australiano, declaró a la prensa extranjera que Assange apenas enfrenta “acusaciones” en Suecia, por lo que esa nación ha solicitado a Londres la extradición de su cliente para “efectos meramente investigativos” y con miras a “formular cargos”.

“Estamos pidiendo insistentemente que esos cargos se hagan públicos también porque a partir de ahí se demostrará la inconsistencia de los mismos”, apuntó Garzón.

Ecuador propuso a Suecia que Assange rinda declaración en la sede de su embajada en Londres, lo que fue rechazado por Estocolmo, según el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño.

Quito anunció que decidirá sobre la solicitud de asilo una vez que terminen los Juegos Olímpicos de Londres, el 12 de agosto.