El seleccionador holandés, Bert Van Marwijk, afirmó este sábado que sigue confiando en las posibilidades de su equipo de pasar a cuartos de final de la Eurocopa-2012, y que para ello está preparando “un once para ganar por dos goles de diferencia”.

La Oranje necesita superar a Portugal por al menos dos tantos y que además se sume una victoria de Alemania ante Dinamarca.

“Si marcamos un gol, estoy convencido de que el segundo vendrá”, afirmó el técnico de los subcampeones mundiales, señalando que se toma el encuentro como una eliminatoria a ida y vuelta en el que toca remontar un resultado adverso.

“Sabemos que tenemos que ganar por dos goles de diferencia. Tendré eso en la cabeza en el momento de componer mi once. Tendremos que atacar y marcar lo antes posible. La estrategia girará sobre ello”, apuntó.

“Si marcamos un gol estoy seguro de que el segundo llegará. Parto del principio de que Alemania ganará en el otro partido”, afirmó en una rueda de prensa en Járkov, sede del partido.

En la conferencia de prensa compareció junto al capitán del equipo, Mark Van Bommel, por lo que los periodistas le preguntaron si ello significa que jugará, cuando todo parecía indicar que sería suplente ante los portugueses.

“Saquen las conclusiones que quieran. Tengo por costumbre mantener la composición de mi equipo en secreto”, se limitó a señalar.

Van Marwijk dedicó palabras de elogio a Portugal, del que dijo que es un adversario de primera línea y que tiene jugadores de gran calidad, no sólo las estrellas más conocidas.

“Es un equipo que no se limita sólo a Cristiano Ronaldo o Nani. Tiene otros nueve jugadores muy bueno, es un gran equipo”, valoró.

Holanda ha tenido un camino hasta ahora catastrófico en la Eurocopa, cayendo 1-0 en el debut ante Dinamarca y luego por 2-1 ante Alemania, en un duelo vecinal que dejó muy tocada la moral de la Naranja Mecánica, que llega a la última jornada sin puntos y con la clasificación muy complicada.

El último enfrentamiento entre Holanda y Portugal había tenido lugar en los octavos de final del Mundial de 2006, con victoria lusa 1-0, en un partido que pasó a la historia como “la carnicería de Nuremberg” por la agresividad de los dos equipos, que se saldó con 4 rojas y 16 amarillas.

“He avisado a mis jugadores de que deberán tener cuidado con las tarjetas”, apuntó Van Marwijk al ser preguntado sobre si había hablado con sus muchachos de ese encuentro de hace seis años, en el que estaba en el banquillo Marco Van Basten