Activistas de la asociación ambientalista Greenpeace bloquearon este sábado las operaciones de embarque de hierro en un barco carguero en el puerto de Sao Luis, al norte de Brasil, en protesta por el veto parcial de la presidenta Dilma Rousseff al nuevo Código Forestal.

Un grupo de activistas de la organización ecologista arribó al puerto a bordo de su barco, el Rainbow Warrior, y varios de ellos se subieron a una grúa con un cargamento de arrabio, materia prima del hierro y el acero, que iba a ser embarcado en el barco Clipper Hope, comunicó Greenpeace en su página web.

Los activistas desplegaron igualmente enormes pancartas que colgaron de grúas, en las que denunciaban los “crímenes” ambientales cometidos contra la Amazonia y la actitud de la presidenta Rousseff al respecto.

“La Amazonia se vuelve carbón. Brasil apaga la motosierra”, decía uno de esos carteles.

El grupo denunció recientemente que empresas siderúrgicas brasileñas acentúan la deforestación de la Amazonia al recurrir a un uso intensivo de carbón extraído ilegalmente de la selva.

Greenpeace considera que Dilma Rousseff estuvo “omisa” al vetar este viernes únicamente 12 artículos y modificar 31, sobre un total de 84, del Código Forestal aprobado un mes atrás por el parlamento, donde predomina un fuerte lobby agropecuario, y no el texto en su totalidad.

La ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, dijo que el veto impide una amnistía a quienes deforestaron, obliga a los productores a recuperar el bosque destruido en el pasado y evita retrocesos en las áreas a ser protegidas de la Amazonía y otras grandes selvas, sabanas y bosques del país.

El texto vetado, que no fue dado a conocer, será publicado el lunes en el diario oficial, como una medida especial del Ejecutivo que entra en vigor inmediatamente, aunque tendrá que ser refrendada luego por el Congreso.