El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, negó este miércoles que los bancos españoles, afectados por una crisis de confianza sobre su grado de solvencia, necesiten recurrir a algún tipo de rescate externo.

La auditoría en curso sobre el sistema bancario español puede revelar la necesidad de alguna recapitalización, “pero desde luego a fecha de hoy el gobierno no tiene ni interés ni ninguna intención de acudir a cualquier fondo de la UE o de cualquier otro organismo”, dijo Rajoy en una rueda de prensa en París junto al presidente francés, François Hollande.

El mandatario español salía así al paso de numerosos rumores y declaraciones sobre la gravedad de la situación del sector bancario español. El propio Hollande se había declarado favorable, la semana pasada en Washington, a la activación de “mecanismos de solidaridad europea” para apoyar los esfuerzos de recapitalización de los bancos españoles.

Tras haber prestado grandes cantidades de dinero durante la burbuja inmobiliaria española, que estalló en 2008, el sector bancario carga con 184.000 millones de euros en créditos de dudoso reembolso y edificios y terrenos confiscados en un mercado devaluado. En total, un 60% de su cartera.

Según el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), las pérdidas de la banca española por su cartera crediticia podrían llegar a 260.000 millones de euros (332.000 millones de dólares), y el sector podría necesitar 60.000 millones de euros para mantenerse a flote.