“La casa del PPD la ordena el PPD”. Así lo sostuvo el vocal de la directiva nacional del Partido Por la Democracia, Bernardo Daroch, ante las críticas emanadas desde la DC respecto del actuar del partido en la elección de nuevo alcalde en Hualpén.

El PPD local condenó la declaración emitida por sus socios de la democracia cristiana, posterior a su junta regional, donde la falange consideró grave el nombramiento de Miguel Rivera -hijo del ex alcalde Marcelo Rivera, ambos imputados en investigación por delitos de corrupción pública- como jefe comunal.

Carlos Vargas, postulante a la presidencia regional del PPD, disidente a “los Rivera”, si bien asumió la necesidad de practicar la ética, defendió al partido asegurando que el caso Hualpén sólo se remite a un grupo de militantes. Eso sí retrucó a la falange porque uno de los concejales que permitió el nombramiento de Rivera hijo, postuló a las municipales como pro DC, en referencia a Daniel Valdebenito.

Por otro lado, a brazo partido, la defensa corporativa vino desde el miembro de la directiva nacional y consejero regional del PPD Bernardo Daroch, quien hizo la vocería para este efecto, según mandato del presidente regional diputado Cristián Campos.

Además de remitir el órden de la casa PPD solamente a su partido, emplazó a la decé a tener presencia concreta en Hualpén.

Mientras, la Democracia Cristiana parafraseó en su declaración pública al Contralor Ramiro Mendoza, quien diferenció la legalidad de lo legítimo. La DC apelando al concepto “moral” en la “acción política”.