La Casa Blanca rechazó este lunes la posibilidad de liberar al espía judío-estadounidense Jonathan Pollard, cuyo estado de salud se habría agravado, a pesar del pedido que formuló en ese sentido el presidente israelí Shimon Peres a su par Barack Obama.

“Nuestra posición no cambió en este asunto”, declaró a la AFP el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, el gabinete de política exterior de Obama, Tommy Vietor.

La prensa israelí había anunciado más temprano que Shimon Peres había enviado una carta a Obama en defensa de Pollard. Según indicó el lunes el despacho del presidente israelí, Peres dijo a Esther Pollard, esposa del detenido, durante un encuentro que mantuvieron, que estaba dispuesto a “actuar lo más rápidamente posible” para obtener la liberación de su marido.

“Quiero pedir al presidente Obama que tenga en cuenta consideraciones humanitarias, sobre todo el largo tiempo que Pollard ha pasado detenido, y el grave deterioro de su salud”, afirmó Peres.

El domingo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu había nuevamente pedido la liberación del espía judío-estadounidense de 57 años, cuya hospitalización de emergencia en las cercanías de la prisión donde se encuentra detenido, en Carolina del Norte, fue anunciada dos días antes por la prensa israelí.

Pollard, analista de la marina estadounidense, fue condenado en 1987 a cadena perpetua por haber proporcionado a Israel, desde mayo de 1984 hasta su detención en noviembre de 1985, miles de documentos clasificados como “secreto de Defensa” sobre las actividades de espionaje de Estados Unidos, principalmente en países árabes.

En 1995, Pollard obtuvo la nacionalidad israelí y fue reconocido oficialmente en 1998 por el Estado hebreo como uno de sus espías.

“Es importante señalar que Pollard fue reconocido culpable de los crímenes más graves”, dijo en enero de 2011 el entonces portavoz de la presidencia estadounidense Robert Gibbs luego que Netanyahu pidiera oficialmente por primera vez la liberación del detenido.