La vía judicial se incorpora al peregrinar de los padres y apoderados del Colegio Inmaculada Concepción, que buscan revertir el cierre del establecimiento anunciado por la congregación. Un recurso de protección y una orden de no innovar, interpusieron ante la Corte de Apelaciones.

Casi 800 niñas y jóvenes estudian en el emblemático Colegio Inmaculada Concepción, ubicado en el centro penquista, cuyo cierre se estima para el 2013, según comunicaciones de la Congregación a los padres que buscan nuevo establecimiento donde matricular a sus hijas.

Sin embargo, el Centro de Padres y Apoderados no se rinde y se niega a esa posibilidad. Para ello, barajan alternativas incluso en los tribunales.

Gastón Barril, abogado de los apoderados, explicó en qué consiste la acción judicial.

Miguel Palacios, Presidente del Centro de Padres, aseguró que no descartan enviar oficios hasta Roma si fuera necesario.

Alejandro Grandón, padre de dos niñas que estudian en el colegio, contó su historia de búsqueda de nuevo establecimiento, sin encontrar aún recinto que agrupe las características de la Inmaculada, más aún con una cantidad de alumnos por curso que supera los 45.

El próximo paso de los apoderados, sostener un encuentro con la Conferencia Episcopal y su presidente Ricardo Ezzatti.