Expertos de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción insistieron en la necesidad de una planificación general para la reconstrucción y reforestación de las zonas afectadas por el incendio forestal en Quillón y sus alrededores.

Pasaron las llamas, el fuego se extinguió en Quillón y las zonas aledañas, dejando tras de sí un manto de más de 25 mil hectáreas afectadas por un mega-incendio que marcará este 2012.

Ya se entregaron las primeras viviendas de emergencia y se habla de la necesidad social de las personas que lo perdieron todo, y también de quienes perdieron su fuente laboral, ya sea en la Planta Paneles de Arauco, que se destruyó completamente, como quienes vieron arrasados sus cultivos, sus campos y animales.

Pero hay un aspecto que no se debe olvidar y que tiene que ver con la planificación del territorio, trabajo que los expertos en la materia recomiendan.

Y más bien en la zona, donde según datos científicos, la intensidad del viento al superar los 40 kilómetros por hora, acelera la propagación del fuego hasta en 10 veces y la pendiente en otros 4,5 veces la misma velocidad.

Por eso, consultados por La Radio, conocimos la opinión de los académicos de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, quienes entregaron algunas claves para lo que se viene.

El doctor en Ciencias Forestales y especialista en Ecología del Fuego, Eduardo Peña, señala que el cambio climático y los vientos predominantes de la zona favorecerán estos mega-incendios, producidos generalmente por el hombre.

Pero este proceso debe estar orientado por un equipo multidisciplinario en el área, dado que no sólo se habla de reforestación o de recuperación de viviendas, sino que también se entrecruzan componentes de los sectores productivos agrícola, ganadero, turístico, la biodiversidad de los ecosistemas que se perdieron y las estrategias de silvicultura.

Es a lo que apela el decano de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, Manuel Sánchez:

El plan de acción que proponen los expertos se inician con un diagnóstico general para cuantificar la realidad de la emergencia, que permita disponer de datos e información para direccionar esfuerzos. Luego adquirir la visión de planificación territorial.

A ello, el profesor de sistemas de información de Ciencias Forestales, Pedro Real, agrega que se debe tener un plan de coordinación para estos efectos:

De hecho, llama la atención que desde el año pasado el mismo profesor Real trabajó un sistema de Evaluación de Riesgo de Incendios Forestales, que permite que la Corporación Nacional Forestal tenga información detallada y precisa de los sectores de la región que pueden verse enfrentados a las llamas según una serie de factores.

En su primer año de la temporada 2010 – 2011, este sistema tuvo un 80 por ciento de aciertos para determinar con minutos que pueden ser cruciales el inicio de un incendio forestal. Sin embargo, a este trabajo le ha faltado actualización y para ello probablemente, recursos.

Con todo, es curioso que aún no veamos, a lo menos en lo que se sabe, que las autoridades regionales hablen de planificación, de convocar a estos actores, o de trabajar seriamente en el tema. Porque se entiende que la emergencia es en lo inmediato la gente. Sin embargo, se pueden hacer cosas al mismo tiempo y la zona cuenta con masa crítica, estudios, herramientas y profesionales para establecer un plan general.

Porque no hay que olvidar que los incendios forestales no son nada nuevo, y claramente, el paso del terror volverá, tarde o temprano, a repetirse.