Una insólita situación vivió un navegante ruso en el Rally Dakar 2012, el que fue traicionado por sus ganas de capear el calor reinante con un buen “chapuzón” en el mar.

El europeo aprovechó un momento libre para disfrutar de las aguas atlánticas, sin percatarse que había dejado su ropa al interior del vehículo…junto con las llaves.

Pese al enojo inicial, sólo le quedó pedir ayuda a la organización ante el regocijo de un periodista argentino que grabó los intentos desesperados del navegante por abrir el automóvil.

Tras denodados esfuerzo, se consiguió abrir la puerta y rescatar su ropa, pues vestía sólo un pequeño traje de baño.

http://youtu.be/08mftMn7oDc