El Reino Unido ordenó el “cierre inmediato” de la embajada de Irán en Londres tras el ataque del martes contra su propia legación en Teherán, que también fue cerrada, anunció el miércoles el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague.

En una comparecencia en el parlamento, Hague acusó por otra parte al régimen iraní de haber “consentido” el asalto y el saqueo del complejo diplomático británico, que ya había advertido que tendría consecuencias “graves”.

El ministro anunció acto seguido a los diputados que “el encargado de negocios iraní en Londres está siendo informado ahora de que exigimos el cierre inmediato de la embajada iraní en Londres y que todo el personal diplomático debe abandonar el Reino Unido en las próximas 48 horas”.

Paralelamente precisó que para garantizar la seguridad del personal diplomático británico en Irán, el gobierno había “cerrado ahora la embajada del Reino Unido en Teherán”.

“Hemos decidido evacuar a todo nuestro personal y en los últimos minutos los últimos miembros del personal basados en el Reino Unido han abandonado Irán”, agregó.

A pesar de todo, el jefe de la diplomacia británica indicó que los cierres no suponían una ruptura formal de las relaciones con ese país.

“Esto no equivale a una ruptura de relaciones diplomáticas en su totalidad. Es una acción que reduce nuestras vínculos con Irán al mínimo nivel consistente con el mantenimiento de relaciones diplomáticas”, dijo.

El ministro acusó igualmente al régimen iraní, generalmente “implacable” a la hora de sofocar protestas, de haber tolerado el asalto contra su embajada.

“La idea de que las autoridades iraníes no pudieron haber haber protegido nuestra embajada o que el asalte pudo producirse sin algún tipo de consentimiento del régimen es descabellada”, afirmó.