Un activista mexicano de derechos humanos, que denunciaba la desaparición en julio de 2010 de su hijo a manos de policías, fue asesinado el lunes en Sonora (norte), tras haber recibido amenazas de muerte y haber pedido protección a las autoridades.

“Se trata de la crónica de un asesinato anunciado” porque Nepomuceno Moreno Muñoz había denunciado amenazas de muerte para que dejara de reclamar por la desaparición de su hijo, dijo este martes el poeta Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, al que el activista se había sumado meses atrás.

Moreno Muñoz, de 56 años, fue asesinado el lunes al mediodía en el centro de Hermosillo, capital de Sonora, cuando conducía su camioneta.

El activista recibió al menos cinco impactos en la cabeza y el costado izquierdo, al ser agredido por un hombre que se acercó a su vehículo.

Moreno inició un intenso activismo en julio de 2010, cuando su hijo de 18 años fue secuestrado en el exterior de una tienda de abarrotes en Hermosillo. También había documentando la desaparición de otros cuatro jóvenes en esa ciudad, ubicada a 2.000 km de la capital.

En junio pasado se unió al movimiento que encabeza el poeta Javier Sicilia, cuyo hijo también fue secuestrado y asesinado junto a otras siete personas en marzo de este año.

En octubre, durante una reunión de víctimas del crimen organizado con el presidente Felipe Calderón, Moreno Muñoz comunicó el expediente del caso de su hijo y solicitó medidas de protección, según recordó el martes Pietro Ameglio, otro integrante del movimiento por la paz.

El luchador social había revelado que policías de Sonora participaron en el secuestro del joven, toda vez que en un registro de llamadas a su celular aparecían tres llamadas de la fiscalía estatal tres horas después de la desaparición.

Javier Sicilia responsabilizó el lunes al gobierno y a la fiscalía de Sonora de la muerte de su compañero.

La fiscalía de Sonora se apresuró el mismo día, unas horas después del homicidio, a señalar que Moreno Muñoz había estado preso en 2005 por el delito de posesión de armas de uso exclusivo del ejército.

Es “indignante que ayer el procurador (de Sonora), pretendiendo legitimar (el crimen) salga diciendo que (Moreno Muñoz) estuvo detenido en 2005″, cuando en su momento un juez “declaró su inocencia”, dijo de su lado este martes Emilio Álvarez Icaza, ex ombudsman capitalino e integrante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.

Este martes José Larrinaga, vocero de la fiscalía de Sonora, ofreció una rueda de prensa sobre el caso del hijo de Moreno Muñoz y reveló que testigos de la tienda en la que fue visto por última vez declararon que poco antes de su desaparición el joven conversó “con agentes policiacos, sin especificar la corporación”.

Los testigos declararon que el joven se “subió al automóvil (con los policías) sin presión y sin ningún tipo de violencia”, añadió el portavoz.

El vocero reconoció que la fiscalía tiene en su poder dos videos en los que aparece el muchacho antes de desaparecer, los mismos videos que habían sido solicitados por Nepomuceno Moreno y que le fueron negados.

“Ya ni me reciben, se ríen de mí” en la fiscalía, decía el activista cuando se unió en junio al movimiento de Sicilia, que ha convocado a cientos de familiares de personas asesinadas y desaparecidas en México en el marco de una lucha contra los cárteles de la droga que ha dejado más de 45.000 muertos desde diciembre de 2006.

El asesinato de Moreno Muñoz se da en medio de la polémica desatada por el recurso presentado el 25 de noviembre pasado por diversas ONG ante la Corte Penal Internacional contra el presidente Calderón y funcionarios de su gabinete, así como contra el capo del narcotráfico Joaquín “Chapo” Guzmán por crímenes de lesa humanidad ocurridos en los últimos años en México.