Las reliquias del Papa Juan Pablo II llegaron este miércoles a Ciudad Juárez (norte), considerada la ciudad más violenta de México, en donde cientos de personas vencieron el temor y salieron a las calles para recibirlas, constató un periodista de AFP.

La visita a Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos y donde han ocurrido unos 8.000 homicidios desde hace cinco años, es considerada un punto crucial del recorrido que se inició en agosto por las 92 diócesis de México.

La peregrinación de las reliquias por México fue planteada por la Conferencia Epispcopal de la iglesia Católica como una oportunidad de propiciar la construcción de procesos de paz y convivencia a la violencia que vive el segundo país con más católicos del mundo.

Las reliquias, que consisten en una figura de cera del pontífice, una cápsula de cristal con un poco de sangre y otros objetos colocados en una urna de cristal, llegaron a la catedral de Ciudad Juárez provenientes de la ciudad de Casas Grandes, también en el estado de Chihuahua.

Esta misma semana, las reliquias fueron vistas por más de 80.000 personas en la ciudad de Tijuana, también en la frontera con Estados Unidos.

Varias avenidas de Ciudad Juárez, una ciudad de 1,3 millones de habitantes, fueron cerradas al tránsito para agilizar el movimiento de la caravana que transporta las reliquias.

“La visita de las reliquias es un privilegio que tenemos que entender y que debe alegrarnos y animarnos”, manifestó el sacerdote Francisco Galo Sánchez, coordinador de la visita.

El recorrido de las reliquias, que salen por primera vez de El Vaticano tras la beatificación de Juan Pablo II, terminará el 15 de diciembre en la capital mexicana.

Antes pasarán por ciudades del norte y noreste de México sacudidas este año por la violencia atribuida a los carteles, en especial Monterrey, donde estarán la última semana de noviembre; Torreón y Nuevo Laredo.