Los restos mortales del secretario de Gobernación de México, Francisco Blake, fallecido al caer un helicóptero oficial, eran objeto de un homenaje el sábado mientras las pesquisas, en las que Francia y Estados Unidos participarán, apuntan a un accidente por escasa visibilidad.

Los funerales de Blake y de las siete personas que viajaban con él, entre ellos sus colaboradores y dos militares que eran pilotos del helicóptero que se desplomó la mañana del viernes, se realizarán en el campo militar Marte, en Ciudad de México, informó la presidencia.

Durante la noche del viernes al sábado, los restos de Blake, que tenía 45 años, y de sus colaboradores fueron velados en una funeraria privada, y los del personal militar en instalaciones de la secretaría de la Defensa.

Blake es el tercer secretario del gobierno mexicano que muere en un accidente desde 2005. El 21 de septiembre de ese año, Ramón Martín Huerta, entonces secretario de Seguridad, falleció cuando el helicóptero en que viajaba se desplomó en una zona boscosa de los suburbios de la capital.

El 8 de noviembre de 2008, Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación, murió cuando el avión en que viajaba se estrelló en un transitado cruce de Ciudad de México.

En las últimas horas se han conocido los primeros informes oficiales que apuntan a que esta tragedia que enluta nuevamente a México fue provocada por la escasa visibilidad a causa de una espesa neblina, lo que habría desorientado a los pilotos, miembros de las guardias presidenciales del Ejército.

El primer informe divulgado a la prensa por la secretaría de Comunicaciones, que coordinará las pesquisas, detalló que “en el lugar y hora del siniestro se presentaban capas de nubosidad a baja altura y reducción de visibilidad”.

Esta hipótesis ya había sido adelantada por el presidente Felipe Calderón en un mensaje unas horas después del percance, aunque, dijo el mandatario, “se agotarán todas las probabilidades”.

El diario Reforma publicó de su lado testimonios de un funcionario de la gubernamental Dirección de Aeronáutica Civil, la primera en reunir información del desastre, que apuntan a que la neblina causó “desorientación” al piloto.

El helicóptero, un super Puma fabricado en 1983 en Francia por Aérospatiale (ahora Eurocopter), “entra a un banco de neblina y existe desorientación. (El piloto) incurre en un error humano (…) no sabes en dónde te ubicas, no ves nada, te desorientas, te desvías”, dijo el funcionario, que guardó el anonimato.

El gobierno anunció el viernes que en las pesquisas participarán la National Transportation Safety Board, agencia especializada en accidentes aéreos de Estados Unidos, y la oficina encargada de la investigación de accidentes de aviación civil de Francia.

La nave impactó en un cerro del municipio de Tláhuac, vecino de Ciudad de México y ruta elegida por los pilotos para viajar a Cuernavaca, capital del estado de Morelos localizada a unos 90km de la megaurbe y donde Blake participaría en un foro sobre justicia.

Ante el banco de niebla, “lo único que buscas es salir del sitio, puede ser que (el piloto) lo intentó, pero se encontró con el cerro”, la nave quedó destruida “aunque en su mayoría la integridad de los cuerpos se conservó”, añadió.

Previo al accidente, el helicóptero, asignado al transporte presidencial desde 1987 y bajo resguardo de militares de élite, estaba en el hangar presidencial del aeropuerto capitalino, donde era sometido a estrictos controles mecánicos, asegura el gobierno mexicano.

La secretaría de la Defensa sostiene que los dos tripulantes tenían amplia experiencia, toda vez que uno tenía 20 años de servicio y otro 10.