Un desastroso panorama quedó en evidencia luego del desalojo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, las instalaciones se caracterizan por los rayados de las paredes y el quiebre de numerosos artefactos, así como también, los robos de variados equipos computacionales.

El ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter manifestó que estos actos no se condicen con un movimiento estudiantil y calificó los hechos como gravísimos.

En tanto, Nataly Espinoza, presidenta de la federación de estudiantes de dicha universidad, señaló que el alumnado durante los cuatro meses en toma, ha protegido las instalaciones de la universidad.

El rector de dicha casa de estudios, Claudio Elórtegui, manifestó que ya existen acciones legales en contra de las personas que realizaron actos delictuales al interior de la universidad.

El rector, además agregó que en el caso de que se realicen retomas de las facultades, se pondrá énfasis en respetar la decisión de la mayoría, que
según sus palabras es mantener la normalidad en el aula.