El Consejo de Seguridad de la ONU debatió este martes en una reunión sobre la represión de las manifestaciones contra el presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, mientras se multiplican los llamamientos para la adopción de una resolución sobre la crisis en el país árabe.

Decenas de millares de yemeníes se manifestaron este martes en Saná para pedir al Consejo de Seguridad que reclame la marcha de Saleh.

Durante una reunión a puerta cerrada de los 15 países que forman parte del Consejo, el enviado de la ONU en Yemen, Jamal Benomar, hizo una exposición sobre la situación en este país y sobre los intentos por poner fin a la crisis, que se prolonga desde enero.

El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) ha propuesto un plan de paz que prevé la salida de Saleh y la implantación de una administración provisional, pero el gobernante, en el poder desde hace 33 años, la rechaza.

Gran Bretaña y los otros países europeos del Consejo de Seguridad han redactado un proyecto de resolución que será presentado a los Estados miembros de este órgano en los próximos días.

“Queremos que el Consejo sea activo y que pida al presidente Saleh que firme y acepte la transición propuesta por la CCG”, indicó el embajador alemán en Naciones Unidas, Peter Witting. “Es la hora de actuar”, añadió en declaraciones a la prensa.

El Consejo de Seguridad adoptó el mes pasado una declaración de apoyo a la iniciativa del CCG, pero una resolución tendría más peso político para convencer a Saleh.

Por su parte, la jefa de las operaciones humanitarias de la ONU, Valeri Amos, destacó que el conflicto, al que se suma la pobreza y la sequía en Yemen, ha creado una situación de “lucha cotidiana para la supervivencia por parte de millones de personas”.