Argentina dejó el Mundial de rugby este domingo en cuartos de final, tras perder con Nueva Zelanda (33-10), con el objetivo que se habían propuesto, superar la primera fase, e ir poniendo las bases para su entrada el año que viene en el Cuatro Naciones.

Los Pumas tenían difícil igualar el tercer puesto de hace cuatro años en Francia, ya que Nueva Zelanda le podía caer en cuartos, por eso el duelo contra Escocia, el tercero que jugó en el Grupo B, era el que tenían que ganar.

“Es el partido más importante de los cuatro últimos años”, repetían a coro jugadores y técnico antes de medirse a Escocia.

Y lo ganaron, aunque fuera gracias a un try genial de Lucas González Amorosino a siete minutos del final (13-12).

Argentina había comenzado su andadura con una honrosa derrota ante Inglaterra (13-9), en su mejor partido en el Mundial, después ganó sin agobios a Rumania (43-8), para terminar la primera fase con un mal juego en los triunfos contra Escocia y Georgia (25-7).

Inglaterra había servido para levantar la moral después de las críticas que llovieron al equipo en los meses precedentes al Mundial, en un año en el que disputó, y perdió, un solo partido antes del Mundial, en Cardiff contra Gales, debido a los apuros para ganar a Escocia y Georgia.

Pero las esperanzas creadas en el partido contra Inglaterra no fueron confirmadas en los siguientes, debido al mal juego.

Curiosamente, Argentina jugó mejor ante los rivales más duros, una constante en laa historia de los Pumas.

“Hemos venido a crecer como equipo”, también fue otra de las frases repetidas de jugadores y técnicos argentinos.

Los Pumas ganaron en conjunción en este torneo, y aunque el equipo no estuvo bien con el pie, con un porcentaje inferior al 50% de eficacia, el peor entre los cuartofinalistas, demostró una disciplina en defensa, que hizo que sólo encajara cinco tries en otros tantos partidos.

Aunque lo más importante es que se empezó a dar el traspaso generacional entre la generación dorada, aquélla que logró por primera vez acceder a cuartos de final en un Mundial, en 1999, y los nuevos, abanderados por los jóvenes que ganaron la Copa Vodacon este año en Sudáfrica.

Mario Ledesma, de 38 años, se retiró del rugby con los Pumas ante Nueva Zelanda, mientras que Martín Scelzo, de 35, ya no jugará más con la selección argentina, y pronto la dejarán Rodrigo Roncero (34) y Felipe Contepomi (33), que no llegarán al próximo Mundial.

De este modo, surgieron jugadores como el centro Marcelo Bosch, que jugó muy bien, tras hacerlo por lesión de un compañero, Gonzalo Tiesi, o el joven wing Juan Immhof, además del ‘maradoniano’ fullback, Lucas González Amorosino, el apertura Santiago Fernández y el pilar Juan Figallo.

Esta sangre nueva brinda esperanzas a Argentina en el Cuatro Naciones en el que los Pumas tendrán su bautizo en 2012.

“Los argentinos han jugado bien en este torneo y llegarán bien al Cuatro Naciones con posibilidades de hacer buen papel. Como neozelandés estamos impaciente de verlos implicados. Será bueno para nosotros y para ellos”, resumió al respecto el técnico de los All Blacks, Graham Henry.