Según el Centro de Información Judicial de Argentina, el coronel retirado Alejandro Duret huyó a Chile la semana pasada, tras ser condenado a 15 años de prisión por secuestro, tortura y desaparición de Carlos Labolita, militante peronista durante la última dictadura militar en el vecino país.

De acuerdo a la información, la fuga de Duret se produjo un día antes de que la Cámara Nacional de Casación Penal revocara un fallo del Tribunal Oral Federal de Mar Del Plata que lo había absuelto.

La Fiscalía argentina solicitó a la justicia que pida la captura internacional del ex uniformado.

El caso se asemeja al del juez trasandino Otilio Romano, quien pidió refugio en Chile, luego de ser suspendido de su cargo por 103 delitos de lesa humanidad.
 
Al respecto, el diputado comunista Hugo Gutiérrez, de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, estimó que con la situación de Duret se confirma que violadores de los derechos humanos argentinos ven en el gobierno de derecha en Chile una buena alternativa para escapar de la acción de la justicia.

El diputado Gutiérrez recordó que tratados internacionales sobre delitos de lesa humanidad, suscritos por Chile, impiden el amparo a violadores de los derechos humanos.

En ese marco, dijo que esperaría que el gobierno expulse a quienes han buscado refugio en Chile.

Por su parte, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, opinó que – por el signo político del gobierno de Sebastián Piñera – violadores de derechos humanos argentinos ven a Chile como un paraíso para eludir a la justicia.

Carlos Labolita, por cuyo caso Duret fue condenado en Argentina, era amigo personal del ex presidente argentino, Néstor Kirchner, y de su esposa, la actual mandataria, Cristina Fernández.