La Eurozona busca dar pasos gigantes en los próximos días para encontrar una solución definitiva a la crisis de deuda europea y aprobar cuanto antes el segundo plan de ayuda a Grecia, buscando mostrar ante la cumbre del G20 un frente unido con medidas concretas.

“Vamos a dar pasos muy importantes en materia económica” en los próximos días, aseguró una fuente europea.

Los ministros de Economía de la Unión Monetaria integrada por 17 países de la Unión Europea se reunirán el lunes en Luxemburgo, mientras que el total de los 27 países de la UE prevén dar el martes los últimos retoques al segundo plan de ayuda de 160.000 millones de dólares prometido a Grecia en julio durante una cumbre europea.

El jueves es además un día clave en la agenda europea con una reunión del Consejo de Gobernadores del Banco Central Europeo (BCE) en la que podría anunciar medidas favorables a la reactivación económica y a los bancos.

El eje franco-alemán se reunirá en “los próximos días en Alemania” para acelerar la ejecución de medidas previstas para ayudar a la Eurozona, según anunció el presidente francés Nicolas Sarkozy.

“Un fracaso de Grecia sería un fracaso de toda Europa”, advirtió el mandatario francés.

La canciller alemana Angela Merkel y Nicolas Sarkozy debatirán sobre todo “los medios para acelerar la integración económica de la Zona Euro”.

El 13 de octubre se prevé una nueva reunión de ministros de Economía para desbloquear el último tramo de 8.000 millones de euros como parte de un paquete de ayuda prometido a Atenas en 2010, absolutamente necesario para dar un alivio a Grecia y que pueda honrar sus compromisos con sus acreedores.

Una cumbre de dirigentes de la Unión Europea está prevista el 17 y 18 de octubre, antes de la reunión del G20 en la ciudad francesa de Cannes en noviembre.

Antes de la cumbre del G20, los europeos esperan haber logrado resolver sus diferencias en sus planes para salir de la crisis. Así es que esperan que para la fecha los 17 países de la Eurozona hayan aprobado el fortalecimiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).

Hasta ahora, catorce países aprobaron el plan de reforzar el FEEF con el fin de que pueda comprar deuda soberana de países en dificultades ayudando a reducir sus tasas de interés, conceder créditos preventivos a Estados de la zona euro o prestarles dinero para que recapitalicen sus bancos.

Las miradas están todas puestas sobre Eslovaquia, quien se negó a participar en el primer rescate europeo el año pasado y de momento ni siquiera fijó una fecha de votación.

No obstante, los dirigentes europeos prometieron a Estados Unidos y a los países emergentes que estas medidas entrarían en vigencia a más tardar a mediados de octubre.

Muchos expertos consideran que el volumen del fondo de rescate fijado hasta un tope de 440.000 millones de euros es insuficiente, en el caso de que tenga que acudir al rescate de Italia o de España, tercera y cuarta economías europeas.

Pero varios países, entre ellos Alemania — primer contribuyente del FEEF, con garantías de 200.000 millones de euros — no están de acuerdo en aumentar su dotación. Sobre todo por que la garantía aportada al Fondo puede ser contabilizada como deuda pública, lo que puede afectar la elevada calificación crediticia de los países más sólidos, como Alemania o Francia.