Las fuerzas del ex presidente Laurent Gbagbo ya no son una amenaza para la paz y el orden público en Costa de Marfil, subrayó el lunes el jefe de la operación de la ONU en ese país africano, Choi Young-Jin, ante el Consejo de Seguridad.

“En general, los antiguos miembros pro-Gbagbo y sus partidarios no deberían representar un reto para el orden público”, declaró el funcionario en una reunión dedicada al país africano.

Para el representante especial de la ONU, “la caída de los partidarios de Gbagbo augura el éxito en la reconciliación del país. “Un capítulo doloroso de la historia de Costa de Marfil quedó cerrado”, añadió.

Costa de Marfil acaba de salir de un conflicto que dejó cerca de 3.000 muertos y que estalló tras el rechazo de Gbagbo a reconocer su derrota en las elecciones presidenciales de noviembre de 2010 ante Alassane Ouattara, investido como jefe de Estado el pasado 21 de mayo.