Los ataques mortales de osos negros contra humanos en Estados Unidos y Canadá son poco frecuentes y generalmente son cometidos por un macho solitario y no por una hembra que defiende a sus oseznos, reveló un estudio publicado el miércoles en Estados Unidos.

En los últimos 109 años, 63 personas han muerto en Canadá y Estados Unidos tras ser atacadas por un oso negro, informaron los autores de esta investigación publicada en el Journal of Wildlife Management.

Estas estadísticas también muestran que, contrariamente a la creencia popular, no son las hembras que protegen a sus crías quienes matan a los humanos. Los machos son responsables del 92% de estas muertes.

Los ataques de osos negros contra humanos son poco frecuentes si se toma en cuenta que unos 900.000 osos negros (Ursus americanus, el oso más común en esta región) viven en América del Norte.

Paradójicamente, la mayor cantidad de ataques mortales se registraron en las zonas menos habitadas.

Según Stephen Herrero, profesor retirado de la Universidad de Calgary (Canadá) y uno de los autores de este estudio, este fenómeno se explica por el hecho de que los osos negros que viven en las regiones más inhóspitas viven periodos de carestía alimenticia.

“En estas situaciones, los animales podrían ver al hombre como una presa”, comentó.

Perseguido durante años por su pelaje, el oso negro está actualmente protegido.