Las recetas y datos gastronómicos escritos por la comunidad son plasmados en el Mercado de Caldillos y Cazuelas. Un libro ilustrado mantendrá viva la tradición culinaria de la región.

La receta que mejor queda a mamá, el plato que alguien quiere servirse a la hora de almuerzo, aquella preparación que se creía olvidada y otra que es la especialidad de cada fin de semana, son algunos de los textos que la comunidad curicana plasmó en el Gran Recetario del Maule, iniciativa con la que el Consejo Regional de la Cultura y las Artes se sumó al Mercado de Caldillos y Cazuelas, que la asociación Chef del Maule inauguró hoy en la Plaza de Armas de Curicó.

Tímidamente comenzaron a aparecer las preparaciones. Dueñas de casa, escolares, trabajadores y los mismos chefs plasmaron algún dato o secreto del recetario personal. Así, se comenzó a gestar un gran libro ilustrado donde cada uno de los aportes fue incorporado a puño y letra de su autor, el que se transformará en un gran libro que quedará como legado para toda la comunidad maulina.

La directora regional del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Irene Albornoz, aseguró que “nos pareció importante recoger de primera fuente las tradiciones culinarias que los maulinos mantienen en sus hogares. La acogida ha sido increíble, lo que nos ha emocionado mucho”.

El compilado de preparaciones y secretos de cocina será entregado a la Asociación Chef del Maule, y será completado en la festividad “Estamos de chancho muerto en Talca”, que la misma agrupación montará en la capital regional a mediados de año. Con las recetas curicanas más las talquinas, se conformará el Gran Recetario del Maule, documento único y escrito por la misma ciudadanía.

16 agrupaciones, escuelas y chefs se reúnen hoy y mañana en la Plaza de Armas de Curicó. Venidos desde Iquique a Punta Arenas –pasando por Isla de Pascua y el Valle de Elqui- buscan redescubrir la cocina de los caldos, tan perdida en el trasfondo de la gastronomía contemporánea y que, a la vez, es tan propia del Maule.

Esta es la sexta versión del encuentro. Por mil 500 pesos los asistentes acceden a un pocillo de greda y una degustación, sin embargo, las siguientes cuestan 500 pesos. La comunidad encontrará productos típicos de la gastronomía nacional e insumos novedosos que se rescatan de la cocina de la abuela.

Una “Oda al caldillo de congrio de Pablo con un twist” –recordando al gran poeta nacional- y una cazuela de luche y cordero, son algunas de las preparaciones que se pueden encontrar en el evento y que, también, están compiladas en el Gran Recetario.