El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, se opuso el jueves a armar a los rebeldes libios, estimando que la OTAN interviene militarmente “para proteger al pueblo libio, no para armarlo”.

“Estamos ahí para proteger al pueblo libio, no para armarlo”, recalcó Rasmussen en una rueda de prensa en Estocolmo con el primer ministro sueco Fredrik Reinfeldt.

“Hemos tomado nota de las actuales discusiones en diferentes países” con respecto a la oportunidad de armar a las fuerzas que se oponen al régimen del coronel Gadafi, añadió.

Rasmussen recalcó que la OTAN, por su parte, se limitará “al embargo sobre las armas, es decir, a hacer cesar el flujo de armas que entran” en el país.

“La OTAN aplicará enteramente esta parte de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU”, insistió, recordando que el objetivo de la resolución 1973 de la ONU es “proteger a la población civil contra una situación que podría degenerar en catástrofe humanitaria”.