El presidente venezolano Hugo Chávez volvió a pedir este viernes que se respete la soberanía de Libia y criticó el “cinismo” y las “amenazas” de Estados Unidos, que según él, podría estar divulgando una versión falsa del conflicto en el país norafricano.

“Hay un doble rasero, una doble moral que impera en buena parte de las instituciones del mundo (…) Nosotros en Venezuela levantamos nuestra voz por el respeto a la soberanía de Libia, de los pueblos y por la búsqueda de la paz”, dijo el jefe de Estado en un encuentro con estudiantes.

Según Chávez, que estrechó sus relaciones con el líder libio Muamar Gadafi en los últimos años, Estados Unidos “reactivó su estrategia imperial” y está amenazando “a los pueblos que luchan por su dignidad”.

En Libia y de acuerdo con el mandatario, Estados Unidos sólo querría “partir el país en pedazos y adueñarse de su petróleo”.

Chávez dejó claro que Venezuela condenará siempre cualquier “abuso del uso de la fuerza contra un pueblo”, pero puso en duda las versiones que llegan sobre los enfrentamientos en Libia, que ya duran 25 días.

“Estados Unidos dice ahora que Gadafi está arremetiendo contra un pueblo inocente. Bueno, eso habría que precisarlo porque lo mismo decían de Chávez el 11 de abril” de 2002, agregó, refiriéndose a la fecha en que sufrió un golpe de Estado fallido que lo sacó del poder por 48 horas.

“Por eso hemos propuesto que se detenga esa guerra y una comisión humanitaria se encargue de ir a Libia pero no con más armas, más bombas o más muerte”, insistió el jefe de Estado.

Chávez propuso la semana pasada que una comisión internacional mediara para resolver pacíficamente el conflicto libio. Esta iniciativa recibió, según el gobierno venezolano, con el apoyo de Gadafi pero fue rechazada por sus opositores.

Una misión de la ONU es esperada este sábado en Libia para evaluar las necesidades humanitarias del país. En las últimas horas, las fuerzas leales al gobierno siguieron bombardeando posiciones rebeldes al este del país.

Por su parte, la Unión Europea incrementó la presión sobre Gadafi, en el poder desde hace 42 años, al reconocer al opositor Consejo Nacional de Transición como un “interlocutor político” y recalcar que se contemplan “todos los medios necesarios” para proteger a la población.