Recibir un “si” cuando pides matrimonio debe ser una de las sensaciones más satisfactorias que sentimos, pero qué pasa cuando la respuesta demora minutos, hay gente mirando y esperando una respuesta y el desenlace es lo más inesperado que podrías imaginar.

Eso le pasó a Guy, un hombre que pidió matrimonio en el patio de comidas de un centro comercial frente a cientos de personas que esperaban su respuesta, pero lo insólito siempre puede pasar.