Arqueólogos israelíes terminaron la excavación de un túnel que pasa bajo las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén y desemboca en la explanada de las Mezquitas, proyecto controvertido que podría avivar las tensiones, indicaron el martes las autoridades.

“Después de obras que han durado siete años, fue liberada la última parte de ese túnel de unos 600 metros de largo, que servía en particular al drenado de aguas de lluvia en la época del segundo templo de Jerusalén”, declaró a la AFP un portavoz del Departamento de Antigüedades israelí.

Según él, el túnel “no pasa bajo el Monte del Templo”, es decir la explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del islam después de La Meca y Medina.

Un helicóptero sobrevoló por la mañana la Ciudad Vieja y, según los medios de información israelíes, las fuerzas de la policía y de seguridad fueron puestas en estado de alerta por temor a “disturbios”. Esta información fue desmentida por la policía.

El túnel une la Ciudad de David, un sitio arqueológico administrado por colonos judíos en el barrio palestino de Silwan, al pie de las murallas de la Ciudad Vieja, a un parque arqueológico cercano a la puerta llamda de las Inmundicias, situada al sur de la explanada de las Mezquitas.

Silwan es escenario desde hace meses de choques casi diarios entre palestinos, colonos judíos y policías.

El fin de la obra del túnel fue retrasada un año a raíz de una orden de la Corte Suprema israelí, a la que recurrieron habitantes palestinos de Silwan que estimaban que los trabajos ponían en peligro sus casas. Pero en 2009, la Corte rechazó el recurso y las obras se reanudaron.