Los ingresos por las descargas legales de música se multiplicaron por 10 en los últimos 7 años, sin embargo el mercado musical perdió casi un tercio de su valor a resultas de la piratería digital, según un informe de la industria discográfica publicado este jueves en Londres.

“Esta es una crisis que afecta no sólo a una industria, sino también a los artistas, músicos, al empleo, a los consumidores y al sector creativo en general”, estimó la directora ejecutiva de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica, IFPI, Frances Moore.

Según ella, alrededor del 95% de las descargas de música que se llevan a cabo actualmente en el mundo son ilegales, lo que da una idea del “gran reto” que enfrentan, en particular en algunos países como España, que tiene uno de los mayores índices de piratería digital.

A pesar de todo, el sector digital, que representa un 29% del negocio musical, generó unos ingresos de 4.600 millones de dólares en 2010, un incremento de 1000% comparado con los 420 millones de dólares de 2004.

En el mismo periodo, sin embargo, el valor del negocio musical cayó un 31%. Aunque no dispone de cifras definitivas para 2010, la IFPI estimó el declive del último año en 8-9% con respecto a los 17.300 millones de dólares de 2009.

Esta caída de los ingresos ha tenido “un efecto demoledor en el empleo”, estima Moore, que indica que Europa podría perder 1,2 millones de empleos en sus industrias creativas debido a la piratería, lo que representa alrededor de un 10% de una fuerza laboral estimada en 14 millones.

La IFPI, que agrupa a 1.400 compañías discográficas en 66 países, señala progresos en la concienciación de los gobiernos sobre la necesidad de luchar contra este fenómeno global conjuntamente con las industrias afectadas y los proveedores de acceso a internet, IPS.

“Los gobiernos se han empezado a dar cuenta de que esto es un tema de desempleo, que no es sólo sobre la industria musical”, estimó Max Hole, director ejecutivo de Universal Music. “Tiene que ser una asociación. Es difícil ponerla en movimiento pero ha empezado a rodar”, agregó.

Pese a los progresos registrados en países como Francia, Corea del Sur o Irlanda, la IFPI subraya el camino que queda todavía por recorrer en otros como España, donde las ventas de música cayeron alrededor de un 55% entre 2005 y 2010 y el 44% de los internautas activos usan servicios de descarga ilegal.

“Si los otros mercados europeos fueran como España, podríamos cerrar e irnos a casa”, concluyó Frances Moore, que espera que el gobierno apruebe finalmente la legislación para luchar contra las descargas ilegales.