El gobierno de Ecuador asumió el control administrativo de la Policía, que hasta ahora manejaba autónomamente sus bienes, según un decreto emitido este martes, casi cuatro meses después de la rebelión de uniformados que el Ejecutivo denunció como un intento golpista.

La decisión implica que el Ministerio del Interior asumirá la representación “legal, judicial y extrajudicial” de la entidad, de 40.000 miembros, según el texto citado por el portal informativo de la Presidencia.

Con ello, la cartera quedará a cargo de las obligaciones y derechos de carácter económico de la institución, incluidos créditos, inmuebles, ingresos, gastos corrientes y de inversión, agregó el reporte.

En tanto, el personal policial de línea se dedicará exclusivamente a actividades operativas, sin que deba cumplir funciones de administración, mientras que el civil pasará al Ministerio, que incluso podría cesar algunos cargos.

La medida se anunció luego de que el pasado 30 de septiembre pasado cientos de policías se sublevaron en rechazo a reformas de su régimen salarial, llegando a retener al presidente socialista Rafael Correa, quien fue rescatado por los militares en un cruento operativo.

Según Correa, la sublevación, que dejó 10 muertos y 274 heridos, fue instigada por opositores para derrocarlo.