Como un hombre que “maneja la política y sus negocios al límite de la ética y la ley” es la dura descripción que hace del presidente Sebastián Piñera la Embajada de Estados Unidos, según revela un nuevo documento desclasificado por la organización WikiLeaks.

El cable está fechado en octubre de 2009, en medio del fragor de la campaña electoral, y en él se hace un fuerte cuestionamiento a la forma en que Piñera maneja sus negocios, así como su relación con la política.

Sebastián Piñera en Flickr (CC)

Sebastián Piñera en Flickr (CC)

“Hombre de negocios competitivo y político que tiende a tomar riesgos, Piñera ha estado vinculado en el pasado a un número de cuestionables acciones sobre sus negocios, pero los votantes parecen relativamente desinteresados por estas acusaciones”, advertía por entonces la segunda al mando en la Embajada estadounidense, Carol Urban, citando las acusaciones de información privilegiada sobre la compra de acciones de LAN.

El texto también hace un relato demoledor del controversial paso del Presidente por la gerencia del Banco de Talca, entre 1979 y 1980.

“Como muchos otros bancos de la época -y no muy diferente de la reciente crisis financiera de Estados Unidos- el Banco de Talca concedió muchos créditos arriesgados, que inicialmente generaban apreciables beneficios, pero finalmente llevaron a la bancarrota. Sin embargo, Piñera y otros directivos del Talca fueron más allá de las típicas actuaciones inapropiadas de la época. Además de los créditos dudosos que aprobaron, también crearon docenas de falsas compañías, les concedieron créditos del banco y usaron esos fondos para comprar más acciones del banco”, explica el cable.

“Tenaz y competitivo, Piñera maneja tanto sus negocios como su política hasta los límites de la ley y la ética. Algunas de sus acciones, como prestar dinero a empresas ficticias, parecen cruzar claramente la línea de la incorrección legal. Otras veces, sin embargo, parece más una víctima de las circunstancias, de la negligencia o de la inmensa vastedad de su fortuna”, es la conclusión del mensaje enviado por Urban.

Pero en medio de estas acusaciones, ¿cómo pudo Piñera salir victorioso en las encuestas? La Embajada tiene su propio análisis y cita 3 factores de éxito: “un admirable equipo de campaña deseoso de pasar al ataque, la mediocre estrategia comunicativa de su oponente y la ayuda de la “prensa de Santiago, generalmente conservadora”, recoge el diario El País de España.

Sus relaciones con Bachelet y Pinochet

Las revelaciones de Wikileaks también hacen referencia hacia otros dos símbolos de poder: la ex presidenta Michelle Bachelet y el general Augusto Pinochet.

Sobre la primera, el embajador Paul Simons y su consejero político Juan A. Alsace sostuvieron una reunión con Piñera, relatando en otro cable fechado el 13 de marzo de 2008 que el empresario la habría descrito de forma ambivalente. “Bachelet es una buena mujer, pero mala presidenta”, aseveró.

Durante la misma reunión, se criticó la demagogia en que habría incurrido el actual Presidente citando un pasaje de la entrevista.

“Piñera se queda corto a la hora de ofrecer soluciones”, evalúa la Embajada. Esto porque criticando la mala preparación de los encargados en los gobiernos de la Concertación, el entonces candidato explicó que disponía de “600 profesionales”, la mitad de ellos con títulos universitarios, trabajando en su programa de gobierno. Sin embargo cuando el Embajador le pidió que fuera más concreto, Piñera respondió con vaguedades”, dice el cable.

Respecto de Pinochet, Alsace destacó que Piñera sostenía hacia él una postura pragmática, alabando la continuación de las políticas económicas de la Dictadura por parte de la Concertación. “Uno no destruye las pirámides porque se hubieran perdido vidas al construirlas”, habría expresado textualmente al cuerpo diplomático de EEUU.

“Esta actitud caballerosa hacia el abuso sobre los derechos humanos del régimen de Pinochet es uno de los talones de Aquiles del centro-derecha, una actitud que no casa bien con la mayoría de votantes de centro-izquierda”, criticó por entonces la Embajada.

Curiosamente, pocos días después de ser electo Presidente, el diagnóstico de la legación de EEUU cambió radicalmente. En otro cable redactado también por Carol Urban, lo calificó como un “anti-Pinochet centrista”, dejando entrever una imagen mucho más saneada que la expuesta anteriormente.

“En el pasado forzó los límites de su política y sus negocios, pero ha movido sus ingentes inversiones para evitar conflictos de intereses”, reconoce.

Al mismo tiempo, lo describe como una persona “famosa por trabajar 7 días a la semana”, “inteligente y decidida”, que “quiere controlar cada detalle, desde el contenido de un discurso hasta la posición de las cámaras y las luces”, dice el documento publicado por El País.