El ex presidente colombiano Álvaro Uribe, que dejó el gobierno con una popularidad superior al 70%, retornó el martes a la política activa al analizar con congresistas su participación en las elecciones municipales de 2011, anunció el senador Roy Barreras.

“El objetivo (de Uribe) es ganar las elecciones municipales. El ex presidente tiene claro que para ganarlas hay apoyar al gobierno de Juan Manuel Santos y en ese propósito quiere ser ayudante, sin títulos honoríficos, en la tarea política que se viene”, aseguró Barreras, líder del Partido Social de Unidad Nacional, la formación de Uribe, y más conocido como Partido de la U.

El legislador aseguró que Uribe, quien gobernó hasta el pasado 7 de agosto por dos periodos consecutivos, comenzó a preparar su recorrido por el país a partir de enero próximo, en antesala a la elección de gobernadores, diputados, alcaldes y concejales, que se realizarán en octubre del próximo año.

Este martes, el ex mandatario tiene previsto reunirse con una veintena de congresistas del Partido de la U, así como con legisladores y políticos influyentes de otros partidos políticos, como el Conservador -que hizo parte de su bancada aliada en el Congreso- con los que intenta sellar alianzas.

Barreras, vocero del oficialista Partido Social de Unidad Nacional (La U), dijo a la privada radioemisora Caracol que el propósito de Uribe es “ir, como un ayudante sencillo, a apoyar la gestión del presidente Juan Manuel Santos”, quien ejerció como ministro de Defensa durante su gobierno.

Uribe participó la noche del lunes en una cena, realizada en la residencia del presidente del Congreso colombiano, Armando Benedetti, donde un reducido grupo de influyentes congresistas aliados le rindió un homenaje e, incluso, le pidieron que asumiera la dirección del Partido de la U, añadió Barreras.

Pese a que concluyó su gobierno (2002-2010) con una aprobación sin precedentes, Uribe fue muy criticado por organismos defensores de derechos humanos, en particular por un caso de ejecuciones extrajudiciales de jóvenes que eran presentados por el Ejército como guerrilleros muertos en combate.