En el Cementerio de Hualqui finalmente fueron sepultados los restos de Hugo Candia Nuñez, mirista asesinado en la Base Naval de Talcahuano en 1973. Sus familiares interpusieron una querella en contra de quienes resulten responsables de la muerte del ex trabajador de CAP, siendo 3 marinos de la central de inteligencia los principales sospechosos.

Tras años de espera y de incertidumbre, de no saber si los restos entregados en un rústico cajón herméticamente sellado y con la prohibición de ser abiertos correspondían efectivamente al joven luchador social -de sólo 19 años al momento de su muerte- por fin se pudieron realizar sus exequias, hasta donde llegaron familiares, amigos y compañeros del MIR.

Nancy, una de sus hermanas y quien hizo innumerables gestiones para que laboratorios extranjeros determinaran su ADN y causas de muerte, indicó que es un acto de justicia a la memoria de un valiente que se pueda cumplir con un funeral que por décadas les fue negado.

En la misma línea, Héctor Sandoval, dirigente de la Coordinadora de ex Presos Políticos, expresó que les da tranquilidad poder despedir a un amigo después de tantos años de espera, recordando las condiciones en que se entregó el cuerpo mutilado del joven mirista.

El Chayo, como era conocido el militante del MIR, fue asesinado junto a un amigo el 11 de octubre de 1973, en el Fuerte Borgoño, al interior de la Base Naval de Talcahuano, y tres marinos, quienes dejaron la Armada con altos rangos tras pertenecer a organismos represores de la institución, serían los autores del crimen.