El robo de salmones provoca pérdidas anuales por más de 58 millones de dólares a esa industria. Los atracos, dicen los afectados, son cada vez más violentos y las bandas han alcanzado cierto grado de especialidad, invirtiendo millonarias sumas de dinero para cada asalto.

La PDI ya cuenta con una brigada especial para abordar el ilícito.

Los hechos suman y siguen desde a mediados del año pasado, volviéndose cada vez más violentos e involucrando incluso a la policía uniformada. Tal es el caso de dos carabineros, presuntamente vinculados a una red de robo de salmones, los cuales fueron alejados de la institución el pasado 7 de enero tras el sumario correspondiente.

La situación preocupa a la industria. En palabras del gerente general de Salmón Chile, Carlos Odebret, las bandas se han ido organizando con el tiempo, existiendo incluso plantas procesadoras clandestinas que traen el salmón hasta el mercado capitalino.

Las pérdidas alcanzan entre un 2% a 4% de la producción total, es decir, unas 12.000 toneladas brutas anuales, lo que representa pérdidas cercanas a los 58 millones de dólares.

Y pese a las medidas de seguridad como cámaras infrarojas o la contratación de más guardias, los delincuentes invierten sumas millonarias para atacar las plantas procesadoras.

Así lo señaló el prefecto de la PDI de Puerto Montt, Juan Galleguillos, quien ha destinado personal especializado para abocarse a esta materia, trabajando además en conjunto con el Ministerio Público, logrando hasta la fecha el decomiso de 20 toneladas de salmón.

Por su parte, el gremio salmonero se ha organizado creando una Fiscalía Anti Robo, la cual -según precisa el abogado Juan Cristobal Grunwald del estudio Nezer, Mendez y Compañía a cargo de la iniciativa- busca condenar con altas penas a los invocrados en los delitos.

Las especies preferidas por los delincuentes son aquellas que tienen un peso superior al kilo y medio.