Dos ex paramilitares que se encontraban recluídos en la penitenciaria La Picota de Bogotá se fugaron este jueves en circunstancias que están siendo investigadas, informó un miembro de la guardia penitenciaria.

Los 2 paramilitares desmovilizados se habrían fugado tras cortar una malla situada cerca de un puesto de vigilancia que “desde hace tiempo no se usaba”, según la versión que dio a periodistas Alejandro Alvarez, miembro de la guardia carcelaria.

En el lugar, la guardia encontró “un guante, un artefacto para cortar metal y un celular”, agregó.

El estatal Instituto Nacional y Penitenciario (Inpec) no se ha referido al tema.

Los paramilitares fugados fueron identificados como Dumar de Jesús Guerrero (alias ‘Carecuchillo) y Raúl Rodríguez (alias ‘Tribilín’).

El primero de ellos es hermano de Pedro Oliveiro Guerrero (alias ‘Cuchillo’), según las autoridades un importante paramilitar y narcotraficante que opera en el sureste del país.

El funcionario dijo que los 2 paramilitares habían sido trasladados desde un pabellón de alta seguridad a otra área de menor vigilancia y responsabilizó de ello a la directora del Inpec, María Teresa Moya.

“La guardia le advirtió en varias oportunidades a la directora que por la peligrosidad esos dos señores no se podían trasladar a otro pabellón, donde la seguridad es mínima”, precisó Alvarez.

Tras condenar la fuga, el director de la Comisión Nacional de Reconciliación y Reparación, ente encargado de garantizar la reparación a las víctimas de paramilitares, Eduardo Pizarro, pidió que los fugados sean excluidos de inmediato de los beneficios procesales.

“Hechos como la fuga lesionan los escenarios de verdad, justicia, reparación y reconciliación, y por tanto, son un fuerte obstáculo para la garantía de los derechos de las víctimas”, enfatizó.

Por su parte, otros ex paramilitares presos agrupados en un comité condenaron la fuga y la definieron como un “acto irresponsable que atenta contra la convivencia, disciplina y el orden”, según un comunicado.