Por más de 4 horas declaró ante los juzgados orales de Puente Alto Jeannette Hernández, la mujer imputada de asesinar a uno de sus hijos y dejar con daño neurológico a otro.

El 17 de enero del año 2008, Esteban Rojo de 8 años fue encontrado muerto en su pieza, mientras que Pablo de 14 resultó con heridas graves en su cabeza que los dejaron con daños neurológicos irreparables.

La Fiscalía local de Puente Alto acusa a su madre de estos delitos, acusándola de golpear a los menores con un objeto contundente en la cabeza y posteriormente fingir un robo al inmueble de calle Punta Arenosa.

Según el fiscal Pablo Sabaj, existen pruebas contudentes en contra de Jeannette Hernández, como mentiras respecto de su jornada del 17 de enero donde llegó tarde a trabajar, que entregó detalles del crimen sin haber estado presente y sin haber ingresado a la casa tras quedar al descubierto el hecho; y sus versiones contradictorias sobre un posible robo donde se desaparecieron especies de bajo valor comercial.

Para el fiscal Pablo Sabaj, todo el crimen se basa en los celos de la imputada por una posible relación extramarital de su esposo.

Asimsimo, el fiscal Sabaj dijo que la mujer habría intentado suicidarse, pero posteriormente se arrepintió e incluso se deshizo del arma asesina, un martillo que ella dijo que fue sustraído por los ladrones que cometieron el crimen.

En tanto, la defensa Ximena Silva precisó que la defensa tiene pruebas para demostrar que su representada no está en condiciones mentales para enfrentar un juicio.

Tras la apertura del juicio, Jeannette Hernández decidió responder las preguntas de su abogada y en 4 horas de declaración repasó su vida donde con extensas respuestas, algunas confusas, intentó establecer su verdad de los hechos.

Sólo con algunas señales de llanto y tristeza, la mujer detalló en la audiencia el supuesto ataque sexual que habría sufrido en 2005 y cuyo agresor sería el responsable del homicidio de su hijo.

Sin embargo, también reconoció los celos que sintió hacia su marido luego que este le confesara haber mantenido una relación con Miriam Peña, conocida como la “Rancherita”, una mujer que Pablo Rojo ayudó para ingresar al mundo artístico.

La Fiscalía Metropolitana Sur intentará dentro de un mes y con más de 116 testigos, entre ellos el hijo sobreviviente, Pablo Rojo, demostrar la responsabilidad y obtener condenas por los delitos de parricidio y parricidio frustrado.